24 de octubre de 2015

Hielo

Me molesta enamorarme de las personas equivocadas.
Me molesta que siempre sean los menos correctos, me molesta que siempre los elija nuevamente.
Me molesta haberme enamorado de ti, y que ahora pague las consecuencias.
Me molesta infinitamente saber que es lo que iba a pasar, y vivirlo.
Me molesta que no te moleste.

Donde quedo aquel que me hacia reír, y con el cual conversaba horas y horas? Donde quedo aquel que me miraba mientras dormía y pensaba que estar conmigo era lo mejor que le podía pasar? Donde quedo?

No vale la pena llorar, me dicen. No vale la pena.
Lloro por que me duele, por que es la única forma de desahogarme, lloro por que mi cuerpo me lo implora, necesita desahogo.
Lloro.

Pronto comienzo a despejarme y decidir que salir hoy a la noche sera la mejor opción. Quizás algún día me encuentre nuevamente con esa persona de la cual me enamore, a la cual le robe un beso y me miro con cara de bobo mientras subía al avión.

23 de octubre de 2015

La advertencia.

Ya me había topado con advertencias de este tipo, una se había dado hace un par de meses en donde era mi subconsciente aquel que dio el grito de alarma, para pedirme que salga de ahí, y con el tiempo se dio que hubo un bloqueo y una eliminación por parte de la otra persona.
Hoy me paso algo similar (Y luego me pregunto: Por que me cuesta relacionarme con los varones?, cuando tienen actitudes tan despreciables como la que me aconteció hoy).
Yo se que me busco los problemas y que tengo que atenuarme a las consecuencias. Pero como que una siempre espera que salga lo mejor de la otra persona, y quizás ese tipo de pensamiento es descabellado, o inclusive iluso, pero en mi mente sucede que todos son buenos.

Todo empezó como siempre: Un Hola, que tal?, como te va?.
Hasta que llego al punto de la advertencia, donde te das cuenta que esa persona no es tan buena como aparenta ser, donde tu sexto sentido te dice que corras.
Y cuanto te plantas firme y dices que no, la otra persona muestra sus verdaderos colores y te bloquea/ elimina de su razón.

Pero eso fue lo que debí haber hecho yo en un principio, pero siempre pensé lo mejor, ahora con todo el enojo encima me repito la frase que dicen siempre los chicos:
"A la Gilada NI cabida.", es algo que me deja continuar.

Pero al final de todo, están aquellos que siempre te escuchan y que por ahí no tomaste mucho en cuenta, y son conversaciones como estas; las que te hacen darte cuenta de que no todos son malos.

No le des bola...


Lo más interesante de vos: No son tus tetas, y eso que son considerables.
Así que, El se pierde lo mejor de vos!
Al pedo, te enojas! Pensé que era algo serio.


Al pedo enojarse como diría el, al pedo darle importancia a alguien que no la merece, cuando los que verdaderamente se merecen tu atención, son ellos que ven un poco mas allá, a lo que conforma tu verdadera esencia como persona.