18 de octubre de 2012

Son solo cinco minutos mas.

-"Cuanto falta??"-
                          -"Falta poco, son solo cinco minutos mas"-

Excusas que siempre escuchamos de chicos. Nos las decían para que dejemos de molestar.

-"Es solo un pinchazo. No te va a doler"-
                                                         -"Luego te compro un dulce."-

Lo decían para tranquilizarnos, para que nos sintamos mas a gusto.


Siento que todo lo que me dices, lo dices para que te deje de molestar. Para complacerme, para que no hable y no pregunte.

Siento que no dices las cosas por que así lo sientes, sino mas bien: por que no me quieres hablar.

Me dijiste:  -"Salimos el....."-. Y ahí deje de insistir, deje de preguntar y deje de pensar.
Fue un anestésico, algo para aquietar la mente. Pero hoy me doy cuenta, de cuales eran las verdaderas intenciones de tus palabras.

Lo hacías solo para que yo te deje de molestar, lo hacías como hacen las madres con los hijos que lloran o molestan demasiado. Les dicen alguna frase falsa, para que luego con la ilusión de que se cumpla se porten bien.


Siento que vivo bajo una ilusión, que nunca va a suceder. 
                                                        Varias veces me paso y siempre fue lo mismo.

Pero es hora de cambiar, hora de seguir y no esperar.
                                                                      Hora de continuar.




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