7 de abril de 2012

El graffiti en la pared

Ella se quedo mirando la pared, basta y amplia, cual mas podía ser.
Puso su mano sobre ella: fría y solida, como todas las de demás.

Paso su mano un par de veces sobre los ladrillos, sintiendo la textura de la misma. Algunos estaban ya desgastados por el tiempo, otros se habían conservado bastante bien.

Dio un par de pasos atrás y vio la pared en su totalidad, luego cerro los ojos y se imagino que iba a pintar sobre ella. Había tenido ya esta imagen en su cabeza hace algunos días, solo necesitaba encontrar el lienzo ideal, y sin duda este pared era perfecta.

Tomo los colores que reposaban en su caja, y uno a uno fue pintando trazos: cortos, largos, continuos y disparejos. Creando de a a poco la imagen que había estado en su cabeza ya hace algún tiempo veía entre sus sueños.

Mientras pintaba, cantaba una canción. Estaba sola en aquel callejón, pero se la cantaba al viento, para que con sus brisas llevara esa melodía a otro lugar.

Al poco tiempo termino de pintar, se limpio la frente con la manga y dio un par de pasos para atrás.

Miro su obra, cerro los ojos y se la imagino, como había hecho tantas veces antes, y abrió los ojos repentinamente. La imagen era la misma, y ahí fue cuando sonrió.

Tomo sus pinceles, sus colores y se retiro.

Mientras el sol se ocultaba, y en el cielo se reflejaban los colores del sol. La pared exclamo:

"Que lindo es sentirse vivo."

La única que lo escucho fue el viento, que aun cantaba una canción, que en algún lugar había escuchado.


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