21 de mayo de 2012

El encuentro

Se repite una y otra vez dentro de mi cabeza, ese día donde en verdad te conocí.
No me había molestado el tiempo que invertí en irte a ver por que sabia que valía la pena.
Me habías dado ya tu dirección y yo miraba la puerta de tu casa, insegura o no acerca si debía tocar el timbre, o aun estaba a tiempo para regresar.

Pero esto era lo que yo quería, yo quería verte y decirte todo eso que tenia que decirte.
Toque el timbre y saliste a verme. Estabas tal cual te podía recordar. Me saludaste timidamente, yo te abrace.
Sentí en ese momento que te verdad estaba agradecida contigo, me invitaste a pasar y me mostraste tu hogar. Me presentaste a tu mundo.

Yo la salude, y la ame. La ame de verdad, y ella me amo.

Te vi a los ojos y te dije. Te dije todas esas cosas que sentía por ti, te dije que estaba agradecida por todo lo que me habías enseñado, que estaba agradecida por todo lo que habías hecho por mi, y que por mas de que yo haya sufrido, estaba contenta por que ahora si me encontraba en paz. Sentía como que el circulo se había cerrado y yo podía partir tranquila mente.

Te bese y no dijiste nada.

Todo esta perdonado. Te dije mirándote a los ojos, quiero empezar de 0. Quería olvidar. Si podíamos comenzar de nuevo pues bien, sino pues me iría tranquila.

No sabias cual era mi deuda contigo. Yo te mire.

Te debo un beso. Te dije.
Y solo me miraste, no dijiste nada.

Tome tu cara entre mis manos, y con todos esos sentimientos te bese, apasionadamente, llena de ternura y de amor, gratitud y esperanza. Te bese.

Me fui esa misma tarde saludándote a ti y a ella. Que me miro con su cara triste.

Espero volver le dije, y ella meneo la cola.
Te mire y te dije adiós.

Gracias le dije al viento, y partí

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