24 de junio de 2012

Las cronicas de sangre y tierra

(Tengo ganas de escribir de una manera un poco mas literaria, asi que voy a empezar con un par de cronicas a las cuales denominare (Vease el titulo) que relata la historia de una nena de 9 años y sus viajes. Espero que les guste. Yo tratare de ser lo mas "Yo" posible.)


**Las alcantarillas**

Abrio sus ojos lentamente, miro a su alrededor y se estiro. Froto sus ojos un par de veces y bostezo placidamente. Miro a su alrededor y todo estaba como siempre.
Se sento y trato de despertarse. La luna empezaba a salir por el horizonte. Su estomago gruño y ella se lo froto.

Una rata que pasaba por ahi, se detuvo y la miro. Movio una de sus orejas y la miro fijamente.
Yaya sonrio y le hablo: "Hola, buenas noches, sra rata." La rata chillo y siguio con su camino.

Yaya se paro y camino descanzando su mano a la pared de concreto que formaba la alcantarilla en la que habia descanzado la noche anterior. Camino un poco mas y pudo ver la luna. Ella habia estado viviendo ahi un par de dias ya. Su estomago volvio a gruñir y penso: "No comi desde que llegue". Se froto la cabeza con sus pequeñas manos y empezo a trenzar su larga cabellera blanca. Su cabello con el paso del tiempo habia crecido tanto, que le llegaba a los tobillos.

Su cabello y su piel eran blancos como la luna y la nieve. Sus ojos rojos como la sangre. Ella se habia visto un par de veces reflejada en algunas superficies y sabia que era diferente. Aunque no sabia que era en realidad.

Tomo impulso y salto para agarrarse de un caño y empezar a trepar para salir de las alcantarillas. Su camino la llevo a salir por una escurridera, y a un callejon.
Olfateo un poco el ambiente.
Olor a sangre y orina. Como siempre. "Que mas se podia esperar de un callejon" se dijo a si misma.

Se oculto entre las sombras y avanzo. Era temprano en la noche por ahi podria encontrar algo que comer. subio su capucha negra por encima de su cabeza para disimular su apariencia y camino por la calle.

Habia parejas caminando, un par de niños como siempre, policias, lo normal a esta hora de la noche.
Yaya no era de las cuales socializaban mucho con los de "su tipo" pero quizas podria aprovechar alguna caza que hayan dejado.
Siguio su camino, hasta llegar a un bar. Habian pasado ya un par de horas desde que desperto y las calles se habian empezado a vaciar.
Quizas podria encontrar a un borracho o a un vagabundo al cual nadie extrañaria. Pero no le gustaban los borrachos, su sangre tenia este aroma y sabor que no eran de su agrado.
Mientras miraba al bar sintio un cosquilleo en su pierna, Miro y era una rata blanca.

"Hola Mus" Le dijo mientras se agacho y le acaricio el menton. "Te ha enviado Yvatz?" le pregunto en voz baja mientras le extendio su mano para que Mus trepara por ella.
La rata chillo un poco, y Yaya entendio el mensaje. "Bueno, seguro el tiene algo para comer para mi."

Yaya dio media vuelta y ubico a Mus dentro de su capucha. La rata, asomo su nariz entre la capucha y el cuello de Yaya y se poso entre sus vestimentas.

El estomago de Yaya gruño una vez mas, y con eso Yaya empezo a saltar de un lado para el otro, jugando con las sombras, pateando piedras. Y siendo ella misma.

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